Laguna de Antela

La Laguna de Antela  fue una gran laguna, inmensa. Conocida desde hace miles de años (como atesora el menhir allí ubicado hace 4.000 años), tanto que asegura la leyenda que en su seno se encuentra la antigua ciudad de Antioquia. En sus mejores épocas ocupaba una extensión de 7 km de largo y 6 km de ancho y hasta 3 m de profundidad, nada menos que 42 kilómetros cuadrados, a lo largo de varios términos municipales de la comarca de A Limia (Xinzo de Limia, Sandiás, Sarreaus, Vilar de Barrio y Xunqueira de Ambía). Una gran laguna, de las mayores de la península Ibérica. Desde el año 1827 se intento desecar, incluso en época romana pero fue en el año 1958, con un plan gestado en 1928 e interrumpido por la Guerra Civil, con el fin de ganar terreno de cultivo y de paso erradicar posibles enfermedades (malaria) derivadas de la presencia de esta masa de agua. Hoy son célebres por ejemplo los cultivos de patatas, de trigo y cebolla. 

Con la desecación de la laguna moría también la enorme biodiversidad de flora y fauna que albergaba, pero ha sido gracias a las labores de restauración del paisaje y recuperación de la laguna que está llevando a cabo la Consejería de Medio Ambiente de la Xunta de Galicia que hoy día podemos tener una idea de lo que aquí había. Entre la lista de fauna que habita el ecosistema recuperado de la laguna se puede observar: rana verde, culebra de agua, avefría, nutria, chorlitejo chico, agachadiza común, porrón común, ranita de San Antonio, ruiseñor, cigüeña blanca, milano negro, chorlito gris, vencejo común, avión común, somormujo lavanco, ánade rabudo, ánade real, ánade silbón, andarríos chico, pato cuchara porrón moñudo, zampullín chico, archibebe común, cerceta común, rascón, cuco, carricero tordal, polla de agua, garza real, zarapito real, tarabilla común, martín pescador, avión zapador, focha común, etc. Muchas de ellas se mueven entre los juncos, espadañas y sauces. 



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